sábado, 26 de octubre de 2013

La alimentación fuera de casa

La alimentación fuera de casa cuando se vive con diabetes se hace más complicada y más cuando el menor no está con sus padres que son los que suelen controlar su alimentación y las pautas de insulina de su día a día. Por ello, si te ves en esta situación está semana os ofrezco algunos consejos que os pueden servir a la hora de planificar su alimentación sin necesidad de llevar la comida de casa. Lo primero de todo es tener bien controladas las cantidades de hidratos de carbono que el niño ingiere en cada comida, en este caso el almuerzo. Así, si aún no lo sabes, lo mejor es que el educador o la nutricionista del hospital te elabore una dieta para casa y tu ésta la adaptes a su vida escolar. Supongamos que tiene pautadas 7 raciones de HdC en el almuerzo: 1. Lo primero de todo es hablar con el colegio, informar de la situación y que nos proporcionen el menú semanal con al menos una semana de antelación, ¿por qué? pues porque con él podremos planificar sus cenas en casa y además la cantidad de insulina necesaria que el responsable del colegio deberá administrarle en cada comida. 2. Una vez con el menú en la mano, debemos de mirar los alimentos que debemos contar como raciones de hidratos, como son: lentejas, pasta, pan, patatas, arroz, postres… 3. Cuándo lo veamos, debemos coger un medidor de alimentos, algo sencillo para el colegio, una taza, un cazo, etc y calcular en ese cazo (llenándolo) cuantas raciones caben de cada alimento. Se lo podemos facilitar nosotros y así siempre es el mismo. Por ejemplo, un cazo de puchero, calculamos qué ese cazo lleno de lentejas, Ya Cocinadas, son dos raciones de hidratos de carbono y al lado de este plato ponemos (2 cazos) y así con el resto de platos 4. Establecer la medida del pan, por ejemplo decir “siempre que coma pan debe ser una rebanada de dos dedos de grosor“, porque nosotros ya tenemos calculado que eso es una ración aproximada. 5. Pedir que los postres sean una pieza de fruta o en su defecto un yogurt desnatado. 6. Si se van a administrar alimentos empaquetados, que se facilite la etiqueta nutricional para calcular en base a ésta la cantidad que puede tomar. De este modo, y en base a un ejemplo, debemos entregar de vuelta el plan semanal de la siguiente forma: - el niño toma siete raciones: Menú Macarrones con queso y tomate ( 2 cazos) – 4 raciones – Tortilla con lechuga y zanahoria – Manzana grande – (entera) 2 raciones – Pan (1 rebanada de dos dedos de grosor) - 1 ración Total siete raciones: unidades de insulina a administrar “Si se encuentra por debajo de 100 – 5 unidades de insulina rápida (boli naranja) Si se encuentra por encima de 150 – 6 unidades de insulina rápida (boli naranja)” Esto debe hacerse con cada uno de los días de la semana y con cada uno de los platos que requieran de medición. De esta forma, nuestro hijo puede comer en el colegio sin necesidad de llevar comida de casa y resultando mucho más fácil para el profesorado el control de su diabetes en el colegio, ya que al final también será un perfecto conocedor de su diabetes. * Esto es un ejemplo de plan y medidas de insulina que no deben aplicarse a ningún niño sin conocer su factor de sensibilidad a la insulina y sin conocer la cantidad de raciones de hidratos que puede tomar en cada comida.

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