sábado, 26 de octubre de 2013

La diabetes, un problema 'agridulce' que tiene Tom Hanks

Tom Hanks sorprendió al mundo al declarar sobre su diagnóstico de diabetes tipo 2. El brillante actor, que ahora interpreta al ‘Capitán Phillips’, busca un nuevo Óscar en alta mar. Julia Roberts reveló que besar a Tom Hanks en la película ‘Larry Crowne’ fue “sencillamente dulce”. La actriz de 43 años aseguró que “fue extraño besar a Tom porque nos conocemos desde hace mucho tiempo”. Confesó que no necesitaron preparar antes la escena del beso, simplemente confiaron en su instinto. La amistad de los actores es tan estrecha que el Óscar de la actriz adorna una de las estanterías del actor de 55 años: “Los intercambiamos hace un tiempo”. Entre los romances de ficción más memorables de Hanks está el que protagonizó con Meg Ryan, en Algo para Recordar (1993). Ya habían trabajado en Joe contra el Volcán y la química volvió a funcionar en ‘Tienes un e-m@il’. Claro que Tom siempre ha tenido su corazón ocupado. Estuvo casado con Samantha Lewes, en 1978, tuvieron dos hijos, el también actor Colin Hanks y Elisabeth Ann. Se divorciaron en 1985 y Samantha falleció de cáncer en 2002. En 1988 Tom se casó en segundas nupcias con Rita Wilson. Se conocieron en el rodaje de la comedia ‘Amigos del alma’, pero fue cinco años más tarde que comenzó su romance. Entonces aún estaba casado con Samantha, pero puso fin a su matrimonio para formalizar su nueva relación de la cual hay dos hijos, Chester Marlon, de 18 años, y Truman Theodore, de 13 años. Además de sus hijos y su esposa, la debilidad de Hanks es su salud, producto de su apasionamiento por el trabajo, que lo ha llevado a sufrir constantes cambios físicos para cumplir con sus papeles. Ganó más de 13 kilos para su rol como el entrenador Jimmy Dugan en la comedia dramática ‘Ellas dan el golpe’ en 1992. Un año después, en ‘Filadelfia’, de Jonathan Demme, perdió más de 11 kilos. Y en ‘Náufrago’, la producción tuvo que esperar un año a que bajara más de 22 kilos. Él contó en el show de Letterman que cuando fue al médico, éste le dijo: “¿Sabes esas cifras altas de glucosa con las que llevas lidiando desde que tenías 36 años?”. Admite que pese a la advertencia fue irresponsable, y se mofa de sí mismo: “se trataba del amor por mi trabajo. ‘Bien, ¡te has graduado! Tienes diabetes tipo 2, joven’”. Y no ha tenido problema en anunciarlo en Twitter, donde explicó que la diabetes tipo 2 “se puede controlar con buenos hábitos alimenticios”. Hasta bromeó diciendo que no podrá seguir el consejo de su médico de regresar al peso que tenía cuando era un escolar, para controlar su diabetes. “Pesaba 43 kilos en la secundaria”. La infancia Thomas Jeffrey Hanks nació en Concord, California. El divorcio de sus padres, Mefford Hanks, un ayudante de escenarios de obras teatrales, y Janet Marylyn, una enfermera de hospital, marcó su vida y la de sus hermanos, Sandra y Lawrence Hanks. Tom transitó como un gitano con su padre en ciudades y estados, hasta radicarse en Oakland, California, donde estudió en el Skyline High School. Cada tarde, después del colegio, se iba con su amigo Vincent Dowling a clases de teatro y al graduarse ganó el premio al mejor actor del instituto. Estudió en la Universidad de Bellas Artes de Oakland. Y ya trasladado con su familia en Nueva York, su debut en el cine fue en el terror y en un rol secundario, en 1981, con ‘Sabe que estás sola’. Luego, un amigo de su padre, Neal Israel, le ofreció el protagónico en un filme. Tom se radicó en Los Ángeles y actuó en Despedida de Soltero (1984), que no contó con suerte en taquilla, pero sirvió para que Ron Howard lo buscara para ‘Un, dos, tres... splash’. Desde allí participó en comedias como ‘Esta casa es una ruina’, ‘Socios y sabuesos’ y ‘Joe contra el volcán’, que lo llevaron a ganarse el público con su naturalidad y su sentido del humor. Y como anillo al dedo le quedó la interpretación de un niño encerrado en un cuerpo de adulto, en ‘Big’, que le dio la nominación al Óscar. Luego del rodaje de ‘Apollo 13’ en 1995, vino una sequía actoral para Hanks, aunque produjo la miniserie sobre el programa Apolo De la Tierra a la Luna. Tres años después regresó con ‘Rescatando al soldado Ryan’, por la que fue nominado de nuevo al Óscar. Su última nominación llegó en el 2000 por Náufrago. Para el crítico de cine Juan Carlos Romero, “Hanks es un actor extraordinario, con su interpretación magistral de un enfermo de sida se salió del montón, y es de los pocos artistas que ha logrado ubicar sus películas en clásicos de géneros”. No en vano con la película Ángeles y Demonios se convirtió en el segundo actor, después de Johnny Depp, mejor pagado en el cine con US$ 50 millones por este filme. Vea la primera parte de este especial "Tom Hanks, el brillante actor que busca un nuevo Óscar en el mar" AQUÍ.

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